Ganas de agonizar ante ti, ganas de poseert, poseer tu alma, roja por dentro, azul por fuera. Pero cada una se vuelve una aguja que atravieza mi piel, y recorre mi cuerpo hasta llegar a mi cerebro donde se incrusta... como tu aroma. Sip, mi cerebro está perforado por tu culpa.
Asi comienza su historia. La que escribe debajo de su tumba, pero sobre ella... ¿cómo? no tengo idea... no c de que otra manera explicarlo, solo así vi y ya... Su musa- fria- está perteneciendo a otro mundo.
No creo en las posesiones, o no lo hacía... hasta ese día-noche. Pertenecí a una familia- si asi se
llama al conjunto de gente que vive en la misma casa- normal, ja! hasta eso lo era. No fuí grande para nada, o puede que sí pero no me importa. Tampoco fuí la novedad en mi mundo.
Esa noche, en la que pasó todo, estaba en calma. Nada, ni nadie me había perturbado tanto como ella lo hizo, nadie en 315 años. Supuestamente tenía que guardar la calma ante cualquier situación parecida, y se oía fácil decir "en caso de que algo suceda, llama la calma. Cierra los ojos, respira hondo y concéntrate en salir de forma ordenada con tu ser,asi ni tú ni Nadie saldrán lastimados"
Y esa noche... así estaba... para el mundo... pero no para ella, en calma para el mundo pero no podía contenerme ante tal ser; perfecto por cierto, así que traté de seguir el consejo de mi hermano de sangre- y vaya q tenía un sabor muy agradable- y ... Calma nunca llegó así que con esperanza cerré los ojos pero, parecía una ilusión, un espejo... intenté romperlo dentro de mi cabeza. No funcionó. Ahi seguía. Y los abrí. Error.
Los cerré de nuevo. Respiré hondo y... ¡Carajo! q bien olía... Dulce, con cierto toq metálico, ¡máldición! olía muy muy bien. Pero ese olor, como una punzada c atoró en mis fosas nasales, y de ahi a mi cerebro, tampoco se detuvo. Otro error.
"...Concéntrate en salir de forma ordenada con tu ser..." pero ya no podía salir de forma "ordenada" ¿como?, sabía que tenía q correr, aunq una parte de mí quería permanecer ahí una eternidad, como si una eternidad fuera suficiente. Sentí caliente en mis labios, y me miré - estúpidamente- en un espejo. Sentí con la yema de una dedo y si, no me había dado cuenta q por estar en esa distraccion- como habia dicho muy perfecta- me hic sangrar la lengua. ¿Asi, o Dios aún se iba a poner más en mi contra?
Si. Se puso peor... para ella.
Se acercó y me preguntó si estaba bien. Por supúesto que no. Me tocó...
-¿Te sientes mal?, tu piel es fría. Y estás sangrando.
- Estoy bien, gracias- Si. Era perfecta. Era.- ¿Qué estás haciendo?
- Tómala, limpiate. No creo que quieras estar en tu cumpleaños con sangre en la boca...
¡¡¡aaaaaa maldición me moría por estar con sangre en la boca!!!
- N... no es necesario - a fuck si, si lo era. C quitó su mascada que traía en el cuello. Maldita desesperación interna incontrolable.- Gracias- Su cuello, más perfecto aún. Lo que temía era empezar a hiperventilar. Y lo estaba haciendo. Esperaba que no lo notara.
- Creo que deberías ver a un doctor. - me lleva ¬_¬ si lo había notado- si quieres te acompaño, no es por ser grosera ni mucho menos pero me aburren las multitudes, y no me gusta q me vean comer-
- ¿Me acompañarías?- me había rendido ante mi. Mi instinto y hambre habían ganado. Y que más daba, no la conocía, creí q podía lastimarla como si nada.
Asi comienza su historia. La que escribe debajo de su tumba, pero sobre ella... ¿cómo? no tengo idea... no c de que otra manera explicarlo, solo así vi y ya... Su musa- fria- está perteneciendo a otro mundo.
No creo en las posesiones, o no lo hacía... hasta ese día-noche. Pertenecí a una familia- si asi se
llama al conjunto de gente que vive en la misma casa- normal, ja! hasta eso lo era. No fuí grande para nada, o puede que sí pero no me importa. Tampoco fuí la novedad en mi mundo.
Esa noche, en la que pasó todo, estaba en calma. Nada, ni nadie me había perturbado tanto como ella lo hizo, nadie en 315 años. Supuestamente tenía que guardar la calma ante cualquier situación parecida, y se oía fácil decir "en caso de que algo suceda, llama la calma. Cierra los ojos, respira hondo y concéntrate en salir de forma ordenada con tu ser,asi ni tú ni Nadie saldrán lastimados"
Y esa noche... así estaba... para el mundo... pero no para ella, en calma para el mundo pero no podía contenerme ante tal ser; perfecto por cierto, así que traté de seguir el consejo de mi hermano de sangre- y vaya q tenía un sabor muy agradable- y ... Calma nunca llegó así que con esperanza cerré los ojos pero, parecía una ilusión, un espejo... intenté romperlo dentro de mi cabeza. No funcionó. Ahi seguía. Y los abrí. Error.
Los cerré de nuevo. Respiré hondo y... ¡Carajo! q bien olía... Dulce, con cierto toq metálico, ¡máldición! olía muy muy bien. Pero ese olor, como una punzada c atoró en mis fosas nasales, y de ahi a mi cerebro, tampoco se detuvo. Otro error.
"...Concéntrate en salir de forma ordenada con tu ser..." pero ya no podía salir de forma "ordenada" ¿como?, sabía que tenía q correr, aunq una parte de mí quería permanecer ahí una eternidad, como si una eternidad fuera suficiente. Sentí caliente en mis labios, y me miré - estúpidamente- en un espejo. Sentí con la yema de una dedo y si, no me había dado cuenta q por estar en esa distraccion- como habia dicho muy perfecta- me hic sangrar la lengua. ¿Asi, o Dios aún se iba a poner más en mi contra?
Si. Se puso peor... para ella.
Se acercó y me preguntó si estaba bien. Por supúesto que no. Me tocó...
-¿Te sientes mal?, tu piel es fría. Y estás sangrando.
- Estoy bien, gracias- Si. Era perfecta. Era.- ¿Qué estás haciendo?
- Tómala, limpiate. No creo que quieras estar en tu cumpleaños con sangre en la boca...
¡¡¡aaaaaa maldición me moría por estar con sangre en la boca!!!
- N... no es necesario - a fuck si, si lo era. C quitó su mascada que traía en el cuello. Maldita desesperación interna incontrolable.- Gracias- Su cuello, más perfecto aún. Lo que temía era empezar a hiperventilar. Y lo estaba haciendo. Esperaba que no lo notara.
- Creo que deberías ver a un doctor. - me lleva ¬_¬ si lo había notado- si quieres te acompaño, no es por ser grosera ni mucho menos pero me aburren las multitudes, y no me gusta q me vean comer-
- ¿Me acompañarías?- me había rendido ante mi. Mi instinto y hambre habían ganado. Y que más daba, no la conocía, creí q podía lastimarla como si nada.
-Claro, vamos
-Bien, vamos- fin... nada de calma.- por cierto a mi tampoco me gusta que me vean comer.
Salimos. Y, la musa- Fría, por su naturaleza- tampoco le gusta que la vean comer. Por cierto, en el espejo lo que ví fue una ilusión más.
